Escoger alimentarse de lo que nos hace débiles,
tragarse los días sin masticar mientras el polvo se amontona en el suelo,
hace bolas que ruedan bajo la mesa
y meterse en la habitación de los trastos
a escribir con poca luz...
Lo de meter la mano en sacos de legumbres no funciona.
Estábamos advertidos de las grandes ciudades,
pero no de lo que nos iba a hacer felices.
Máscara de encaje sobre la cara,
encaje que corta como el frío...
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